El certificado de eficiencia energética (CEE) es un documento oficial necesario para cualquier propietario en Madrid que quiera vender o alquilar una vivienda.
El certificado lo emite un técnico homologado y califica la eficiencia energética indicando el consumo energético y las emisiones de CO2 que genera la vivienda.
La mayoría de los propietarios han oído hablar del certificado energético pero no tienen claro qué es y tampoco saben si es obligatorio tenerlo.
Si eres propietario de una vivienda en Madrid y necesitas alquilarla o venderla te interesa seguir leyendo.
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La protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático son uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI.
De todos es sabido que la actividad humana que más contamina es la producción de energía basada en los combustibles fósiles.
En este sentido, para preservar el medio ambiente es evidente que una vía adecuada es la de promover la eficiencia energética para consumir la menor cantidad posible.
Por esta razón, la Unión Europea ha promulgado normas destinadas a la protección del medio ambiente para limitar la emisión de efectos de gas invernadero.
Una de estas normas es la que se refiere a la eficiencia energética de los edificios, la Directiva 2010/31/UE, del Parlamento Europeo, de 19 de mayo de 2010.
En España esta directiva se incorpora en el Real Decreto 235/2013, de 5 de abril, por el que se aprueba el trámite para la certificación de la eficiencia energética de los edificios.
El objetivo de la obtención del certificado energético es reducir al mínimo el consumo de energía en los hogares españoles para que sean lo más eficientes posibles.
Es obligatorio desde el 1 de junio de 2013 y su obtención es responsabilidad del propietario de una vivienda que vaya a venderla o alquilarla.
El propietario que no lo tenga, se arriesga a ser sancionado, según la Ley 8/2013 de 26 de junio, con multas que oscilan entre los 300 € y 6.000 €.
Además, la calificación energética debe mostrarse en los anuncios de cualquier vivienda que se venda o alquile y anexarse al contrato correspondiente.
La eficiencia energética de una vivienda supone el consumo de energía necesario para satisfacer la demanda de energía en unas condiciones normales de funcionamiento y ocupación.
Se incluyen en esas necesidades la calefacción, la refrigeración, la producción de agua caliente sanitaria y la iluminación.
Es decir, el análisis del consumo energético de una vivienda permite calcular su eficiencia energética.
Así se puede saber el promedio de cuánta energía se necesita para que una vivienda funcione en condiciones normales dando servicio a sus propietarios.
Por ejemplo, cuánta energía es necesaria en un piso para que 2 personas puedan hacer su vida diaria durante un año.
Cuestiones como el aislamiento de la vivienda, el tipo de energía o el sistema para calentar el agua, inciden en el consumo y por ende, en el gasto.
Con esta información, un comprador/inquilino puede calcular cuánto dinero se gasta al año con su consumo energético y valorar si le interesa o no.
En este aspecto, el citado Real Decreto obliga a que cuando se venda/alquile una vivienda el propietario entregue al comprador/inquilino el certificado de eficiencia energética.
La evaluación de la eficiencia energética se realiza por medio de la calificación de eficiencia energética.
Esta calificación indica el resultado del cálculo del consumo de energía necesario para cubrir la demanda energética de una vivienda.
Una vez realizado el cálculo del consumo energético, este se compara con el de otras viviendas de referencia con características y localización similares.
Como resultado de esta comparativa, se le asigna a la vivienda una determinada clasificación.
La clasificación se hace en base a una escala de siete grados, que va de las letras “A” a la “G”, siendo la “A” la más eficiente y la “G” la menos eficiente.
Certificado A: Es la certificación de mayor eficiencia, el gasto energético es menor al 55%. Color: verde fuerte.
Certificado B: El gasto energético se sitúa entre el 55% y el 75%. Color: verde oliva.
Certificado C: La eficiencia puede mejorar, el gasto energético está entre el 75% y el 90%. Color: verde claro.
Certificado D: Es la etiqueta más habitual en las viviendas de Madrid, el gasto energético se sitúa entre el 90% y el 100%. Color: amarillo.
Certificado E: El gasto energético está entre el 100% y el 110%. Color: naranja claro.
Certificado F: Es una de las peores calificaciones energéticas, en estas viviendas el gasto energético se sitúa entre el 110% y el 125%. Color: naranja oscuro.
Certificado G: Estas viviendas carecen de cualquier tipo de eficiencia energética, el consumo energético es mayor al 125%. Color: rojo.
La etiqueta de eficiencia energética es el distintivo asociado al certificado que de forma gráfica muestra la calificación de eficiencia energética asignada a la vivienda.
Este documento tiene forma de pegatina y muestra de forma visual todas las calificaciones posibles de la “A” a la “G” con la asignación concreta obtenida por la vivienda.
El técnico encargado de realizar el certificado energético, valora los siguientes aspectos de una vivienda:
Para conseguir el certificado el propietario debe contactar con un certificador autorizado con la habilitación profesional pertinente.
Las personas que pueden emitir el certificado de eficiencia energética son técnicos reconocidos y homologados por la normativa vigente.
En concreto lo pueden emitir arquitectos y arquitectos técnicos, ingenieros aeronáuticos, industriales, telecomunicaciones, minas u obras públicas, entre otros.
Este profesional realiza una visita a la vivienda para recoger todos los necesarios sobre las características físicas y las instalaciones de la vivienda.
Tras el análisis, el técnico utiliza un software homologado para calcular la eficiencia energética de la vivienda.
Este certificado debe registrarse en la página web habilitada por la Comunidad de Madrid para este trámite.
Según lo establecido en el Real Decreto 235/2013, el certificado de eficiencia energética debe contener:
Además, el técnico hace un informe de recomendaciones para la mejora de la calificación energética, detallando posibles acciones para incrementar la eficiencia energética de la vivienda.
Por ejemplo, mejorar los aislamientos, cambiar la caldera, sustituir los electrodomésticos más antiguos por otros con etiquetas A+, A++ o A+++ o cambiar el aparato de aire acondicionado.
El certificado de eficiencia energética tiene una validez de 10 años, es decir, durante este tiempo, el propietario lo puede usar en sucesivas operaciones de compraventa o alquiler.
El precio es variable ya que depende del tipo de vivienda, su tamaño y su ubicación.
En general el precio oscila entre los 80 € y los 300 €, es recomendable pedir antes un presupuesto ya que cada empresa o técnico ofrecer el precio que considera adecuado.
Esto es debido a que no existen tarifas oficiales, por lo que es importante comparar entre diferentes empresas o técnicos para la realización del mismo.
Es imprescindible que el técnico que emite el certificado visite la vivienda y revise todos los elementos y aspectos necesarios que afectan al análisis del consumo energético.
En el mercado existen servicios en los que los que por poco dinero, se envía el certificado energético sin visitar la vivienda, esto no es nada recomendable para el propietario.
Si necesitas vender o alquilar tu piso en Madrid, llámame, estaré encantado de atenderte.
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