En los últimos años el alquiler con opción a compra ha ganado más protagonismo en el mercado inmobiliario español gracias a las ventajas que ofrece a propietarios e inquilinos.
El alquiler con opción a compra es muy útil cuando no se puede comprar en un momento determinado, por ejemplo, cuando se necesita más plazo de tiempo para obtener financiación o vender una casa en propiedad.
Si quieres estar informado de todos los detalles de esta forma de comprar una vivienda no te pierdas este interesante post.
Índice de contenidos
El contrato de alquiler con opción a compra es un contrato atípico, no está regulado expresamente en el Código Civil, aunque está aceptado y reconocido por el Reglamento Hipotecario (artículo 14) y por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
El Tribunal Supremo indica que para que un contrato de alquiler con opción a compra sea vigente, deben aparecer estipulados el objeto del contrato y el precio.
Es decir, deben indicarse los años de duración del alquiler, el precio de venta de la vivienda y si se ha aportado o no una prima inicial.
El contrato de alquiler con opción a compra es exigible a terceros si se inscribe en el Registro de la Propiedad, para ello se debe contar con la conformidad de las partes implicadas.
En esencia, el alquiler con opción a compra es un contrato doble o mixto formado por dos subcontratos que están vinculados.
En el primer contrato figuran las condiciones sobre el alquiler de la vivienda y en el segundo las condiciones de la opción de compra a futuro.
Este tipo de contrato permite a los inquilinos vivir en una casa en régimen de alquiler durante el período de tiempo acordado en el contrato, normalmente la duración suele ser de entre dos y cinco años.
Una vez finalizado el período de alquiler, el inquilino tiene derecho a comprar la vivienda (optante a la compra) por el precio que se haya pactado con el propietario (concedente) en la firma del contrato.
Es decir, el propietario se obliga a vender si el arrendatario decide comprar, pero sin que la adquisición suponga una exigencia para el inquilino.
Si finalmente el inquilino desiste de la opción a comprar la vivienda, este no recupera el dinero de la prima pactado para descontar del futuro precio de compra de la casa.
Es muy recomendable que antes de firmar el contrato de alquiler con opción a compra se revisen con atención todas las condiciones del acuerdo para que no queden cabos sueltos.
El contrato de alquiler debe respetar lo establecido en la Ley de Arrendamientos Urbanos, por lo que es importante considerar los siguientes aspectos:
La opción a compra se suele regular como una cláusula dentro del contrato de arrendamiento y contiene los siguientes aspectos básicos:
Una vez ejercitada la opción a compra queda perfeccionada la compraventa y se produce la extinción del arrendamiento ya que se da la condición de que el inquilino y el propietario son la misma persona.
Para la firma de este tipo de contratos es conveniente contar con asesoramiento profesional para garantizar que la operación se realiza correctamente.
El alquiler con opción a compra tiene beneficios tanto para el inquilino como para el propietario, aunque también puede haber algunos inconvenientes para ambas partes.
Como hemos visto, el alquiler con opción a compra presenta ciertas ventajas con respecto a un contrato de alquiler tradicional.
Para el propietario supone tener una rentabilidad adicional por el alquiler y para el inquilino es una ventaja si desea vivir en una casa, aunque no tenga el presupuesto suficiente para la compra.
Además, el alquiler con opción a compra puede ser una buena solución, en la actual situación económica, para las personas jóvenes que pretenden emanciparse y para los que prefieren adquirir una vivienda en propiedad en el medio plazo.
Si necesitas vender o alquilar tu casa en Madrid, llámame, estaré encantado de atenderte.
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