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Consejos útiles antes de firmar una hipoteca

consejos para elegir hipoteca

Firmar una hipoteca es una decisión importante que supone adquirir un compromiso financiero a largo plazo.

Es recomendable no precipitarse y disponer de toda la información posible para elegir la mejor hipoteca del mercado.

En este post doy siete consejos que ayudan al proceso de decisión antes de contratar un préstamo hipotecario.

1. Estar informado sobre los préstamos hipotecarios

Es aconsejable no improvisar y tener unos conocimientos básicos sobre el mercado hipotecario antes de empezar a buscar financiación para la compra de una vivienda.

Hay que manejar con soltura los conceptos hipotecarios como comisión de apertura, período de amortización y tipo de interés para saber de qué nos están hablando en el banco.

Lo mejor es estar al día sobre las diversas ofertas que ofrece el mercado hipotecario, hay que buscar, comparar y analizar todas las ofertas posibles.

En este sentido, es útil crear la típica tabla con las ventajas e inconvenientes de cada oferta para una toma de decisión inteligente.

Conocer los aspectos de la hipoteca que se pueden negociar para conseguir las mejores condiciones puede suponer ahorros de tiempo y dinero.

Es imprescindible entender el compromiso que se adquiere cuando se firma un préstamo hipotecario, ya que quizás sea una de las mayores inversiones que se realicen en la vida.

Como es lógico, cuanta más información se tenga, más fácil es tomar la mejor decisión posible.

2. Pedir una hipoteca que se pueda pagar

Los bancos tienen una serie de requisitos imprescindibles que debe cumplir el cliente que solicita un préstamo hipotecario.

Por esta razón, antes de pedir una hipoteca hay que cerciorarse de que se cumple el perfil exigido por el banco y así evitar que rechacen la solicitud.

Por ejemplo, la edad de la persona que solicita una hipoteca, la suma de los años que tiene más el plazo de la hipoteca no puede exceder de los 75 años.

Otro aspecto que tienen muy en cuenta los bancos son los ingresos mensuales y el tipo de contrato laboral del solicitante.

En este caso, es mucho mejor tener un contrato indefinido que ser un trabajador temporal.

Por supuesto, se descartan a las personas que se encuentren en listas de morosos ya que suponen un perfil de riesgo para el banco.

Con la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria, los bancos son más estrictos y las condiciones son más exigentes para conceder un préstamo hipotecario.

Los bancos prefieren clientes con buena solvencia que afronten el pago de la hipoteca sin sobresaltos y durante muchos años.

Los bancos no prestan más del 80% del valor de tasación de la propiedad, lo que implica tener ahorrado como mínimo el 20% restante más un 10% adicional para los gastos.

Además, ningún banco concede una hipoteca si la cuota mensual supera el 40% de los ingresos mensuales.

3. No precipitarse en la toma decisión

Es muy importante actuar con prudencia y sensatez para no cometer errores que sean producto de las prisas.

Con el entusiasmo que se genera por la compra de una vivienda es fácil quedar atrapado en las emociones y esto puede provocar una toma de decisión de forma precipitada.

Tener una hipoteca supone afrontar una deuda durante bastantes años que se debe pagar mes a mes sin que esto impacte en la economía familiar.

No hay que dejarse llevar por una ilusión excesiva ya que es importante tener la mente despejada para analizar los diferentes tipos de hipotecas que ofrece el mercado.

Siempre pueden surgir a futuro situaciones que alteren una economía estable, por eso, lo mejor es reducir los riesgos al mínimo.

Ciertos estudios realizados en España indican que los clientes firman los contratos de hipotecas sin prestar la debida atención a la letra pequeña.

La mejor recomendación es leer el contrato cuantas veces sean necesarias para entender con claridad cada cláusula y no tener ninguna duda para así evitar posteriores sorpresas.

4. Comparar las hipotecas del mercado antes de firmar

El objetivo es encontrar las mejores condiciones y facilidades de pago del préstamo hipotecario que se firme con la entidad bancaria.

En este punto, lo más frecuente es hacer una selección de las tres mejores ofertas para analizarlas en profundidad y elegir la que más se ajuste a cada necesidad y preferencia.

Es importante comparar las condiciones de cada oferta y los requisitos mínimos que exige cada entidad financiera.

Un aspecto importante que hay que tener siempre claro es saber con exactitud el importe total que se acaba pagando por la hipoteca, este dato facilitará la selección de la hipoteca.

La hipoteca elegida debe ser aquella que se pueda afrontar con tranquilidad y con calidad de vida a largo plazo, sin duda, la precaución es una aliada imprescindible.

También es útil recurrir a los múltiples comparadores de hipotecas que hay en internet, de este modo se conocen de antemano las diferentes hipotecas que ofrece el mercado.

Estas herramientas permiten hacer una simulación del pago de la hipoteca y dan una idea de la cuota mensual a pagar.

5. Negociar siempre las condiciones de la hipoteca

Los bancos son los que imponen los términos del préstamo hipotecario, no obstante y en la medida de lo posible, hay que intentar negociar las condiciones.

Por ejemplo, reducir las comisiones o rebajar el tipo de interés, aunque sea mínimamente, hay que tener en cuenta que el plazo de vida de la hipoteca es bastante largo.

Disponer de ahorros y tener un perfil económico solvente, es de gran ayuda para ostentar una buena posición en la negociación con el banco.

Si se es cliente del banco se puede obtener alguna ventaja adicional, como por ejemplo eliminar las comisiones de mantenimiento de la cuenta o de uso de la tarjeta de crédito.

Los bancos ya no obligan a suscribir productos asociados (seguros, plan de pensiones) para conceder la hipoteca, aunque si se suscriben el banco ofrece mejores condiciones.

Por otro lado, una vez firmada la hipoteca, el cliente tiene el derecho a renegociar las condiciones si cambia su situación económica e incluso cambiar de banco si tiene otra oferta mejor.

6. Elegir la hipoteca que mejor se adapte a cada necesidad

Se suele cometer el error de elegir la hipoteca solo por el interés diferencial.

Es en lo que primero suelen fijarse los clientes porque creen que un diferencial más bajo supone pagar menos a la larga.

La realidad es que esto no siempre es así, el diferencial es el interés que suma el banco al euríbor y varía de unas entidades a otras.

Suele ocurrir que cuando un banco ofrece un interés diferencial bajo, la hipoteca puede llevar asociada otros gastos a los que no se les presta la debida atención.

Tomar una decisión en base a la cuota mensual a pagar es otro error, en este aspecto, es importante valorar como puede afectar una subida de tipos de interés a la hipoteca.

No es igual firmar una hipoteca a 20 o 30 años, hay una gran diferencia en estos plazos de tiempo ya que pueden producirse importantes cambios de tipo personal y económico.

Es mejor acortar los plazos e intentar que la duración del préstamo no sea excesiva, a mayor número de años, menor es la cuota mensual, pero, mayor es el pago final de intereses.

Los bancos ven con buenos ojos que un cliente firme una hipoteca corta, así si hay algún problema con los pagos, existe la opción de ampliar el plazo para disminuir la cuota mensual.

7. Elegir una hipoteca de tipo fijo o variable según nuestro perfil

Otra decisión importante es decidir entre una hipoteca a tipo fijo o variable, en ambos casos hay ventajas e inconvenientes que convienen valorar para cada situación personal.

En las hipotecas variables, el tipo de interés es revisable cada cierto periodo de tiempo por lo que las cuotas varían y es más complicado planificar la economía familiar a futuro.

Sin embargo, las comisiones son más bajas y la cuota inicial es más ajustada.

Las hipotecas fijas son más estables en el tiempo y permiten saber lo que se va pagar de cuota mensual cada año.

No obstante, el interés es mayor, además, la cuota mensual y las comisiones suelen ser más caras que en las variables.

Lo más recomendable es escoger una u otra hipoteca dependiendo de cada situación económica personal y del perfil de cliente que se tenga.

Una persona que prefiere menos riesgo suele elegir el tipo fijo, sin embargo, una persona con un perfil más arriesgado seguramente elija la de tipo variable.

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José Carlos Padrino
José Carlos Padrino
Soy asesor inmobiliario en Madrid. Ayudo a personas como tú a vender, alquilar o comprar sus casas con seguridad y comodidad. Si quieres que me encargue de todo para que no te preocupes de nada, llámame ahora mismo. Puedes ver aquí más información de mis servicios.

2 Comments

  1. Rosario Tormo dice:

    Como siempre estupenda informacion en tus blogs..
    Aprendemos,entendemos y son una ayuda para la toma de decisiones

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