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Cuando llega el momento de vender un piso en Madrid hay que establecer un precio basado en la situación del mercado y en las condiciones de la vivienda.
Respecto al mercado poco podemos hacer, sin embargo, si podemos realizar algunas acciones para incrementar el valor del piso antes de venderlo.
En este momento surge la pregunta de si es mejor venderlo como está o si es mejor hacer algunas mejoras y cambios para obtener más valor en el mercado.
La ubicación del piso, las calidades de construcción, las instalaciones, la antigüedad y el mercado influyen decisivamente en el valor final de la vivienda.
Los bienes inmuebles tienen un valor de mercado que va evolucionando con el tiempo, se estima que las viviendas se deprecian un 1% aproximadamente por cada año que pasa desde su construcción.
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Revalorizar una vivienda implica realizar pequeñas mejoras, cambios y actualizaciones para incrementar el precio de venta.
En Madrid, casi el 70% de los pisos de segunda mano que se venden están reformados o han sido actualizados.
La reforma integral de un piso de 90 m2 supone una inversión media de 50.000 € con la que se puede revalorizar el precio de venta en casi un 20 %.
No obstante, para evitar la incomodidad de hacer una reforma, la mejor alternativa es hacer pequeños cambios y arreglos que sean muy efectivos.
Con ello se consigue captar la atención y el interés de los potenciales compradores para asegurar que la primera impresión sea positiva.
Lo primero que se debe hacer es revisar el piso minuciosamente para realizar una lista detallada de las cosas que se deben mejorar.
Conviene evaluar las condiciones reales en las que se encuentra el piso teniendo en cuenta el deterioro y la funcionalidad para priorizar el orden de los arreglos desde los graves hasta los estéticos.
Para ello, es importante conocer los aspectos que son más valorados en los pisos a la venta que hay en la misma zona.
Dependiendo del perfil del comprador que busca en esa zona pisos como el nuestro, se puede saber en qué focalizar las mejoras o cambios de la vivienda.
En este sentido, es importante hacer justo los cambios necesarios para que el piso parezca más nuevo, pero teniendo en cuenta que el comprador tendrá sus gustos y preferencias.
Se trata de que las acciones que se lleven a cabo en el piso sean sencillas y poco costosas para lograr actualizar y modernizar las estancias.
Los resultados de numerosos estudios revelan que un comprador se decide casi por completo a quedarse o no con una vivienda durante los 60 primeros segundos de la visita.
Veamos cuáles son las intervenciones más interesantes que se pueden hacer en un piso para renovarlo y reducir la sensación de antigüedad ante los ojos del comprador.
Las estancias que más se usan a diario en un piso son la cocina y los baños.
Por ser zonas húmedas y de uso constante sufren un desgaste más acusado con el paso de los años por lo que requieren especial atención.
Las cocinas que disponen de buenos electrodomésticos son un buen reclamo para los compradores, es recomendable cambiar los que estén en mal estado.
Además, si se cambia alguno es conveniente que sea de la clase A o superior ya que consumen menos energía.
Si la caldera ya está demasiado vieja y necesita ser sustituida es mejor optar por una de condensación o de baja temperatura que permite un ahorro de casi un 25%.
También es conveniente reparar las puertas o cajones de los armarios de la cocina que estén estropeados al igual que cambiar la encimera si está muy desgastada.
Respecto a los cuartos de baño, si los sanitarios o la grifería son antiguos, es mejor renovarlos para no espantar a los compradores.
Sustituir la bañera por un plato de ducha es algo que sin duda revaloriza el valor del piso ya que facilita la accesibilidad y el ahorro de agua.
También es conveniente eliminar las humedades y hacer un lavado de cara general de las paredes.
De esta forma, se consigue que estas estancias luzcan en buenas condiciones y no sean un problema para la venta del piso en el precio que se tiene en mente.
El estado de los suelos y paredes también influye de manera notoria en la percepción del posible comprador cuando visita por primera vez nuestro piso.
La primera impresión que tenga el comprador es determinante en su decisión de compra.
Si el piso tiene las paredes cubiertas con papel pintado o con colores demasiado estridentes, es conveniente pintar con tonalidades más neutras y menos personales.
Los colores claros y neutros, si es blanco mejor, hacen las estancias más luminosas y espaciosas.
El antiguo gotelé no suele agradar mucho por lo que también es interesante retirarlo y apostar por las paredes lisas.
En cuanto a los suelos, si el parquet está en mal estado y presenta arañazos o desperfectos, es mejor acuchillarlo y barnizarlo para que quede como nuevo.
Estas cuestiones estéticas no son caras y dan al piso un aspecto mucho más actualizado que ayuda a incrementar el precio de venta.
La energía es un tema preocupante especialmente ahora que se está produciendo una escalada en los precios de la energía debido a una innecesaria y horrible guerra.
Las familias cada vez están más concienciadas con el ahorro energético y esto lo valoran cada vez más a la hora de comprar un piso.
Por estas razones, los pisos que disponen de medidas que permiten lograr la eficiencia energética tienen más posibilidades de venderse antes y a mejor precio.
Si las ventanas de la vivienda tienen muchos años y no aíslan lo suficiente, es mejor renovarlas, además esto ayuda bastante a rejuvenecer el piso.
Llegado el caso de que haya que cambiarlas, es mejor elegir ventanas de doble cristal y marcos de PVC que mejoran la estética del piso y el aislamiento térmico y acústico.
Los compradores valoran mucho que una vivienda tenga un buen aislamiento ya que aporta confort al tener las estancias más cálidas en invierno y más frías en verano.
La iluminación de una vivienda es un factor importante en la decisión de compra.
Hay que aprovechar al máximo la luz natural facilitando su entrada para que las ventanas cobren protagonismo.
La iluminación artificial debe ser lo más parecida a la luz natural, es recomendable apostar por la iluminación LED que además mejora el consumo energético.
Un buen reclamo para los compradores es instalar algún sistema domótico, además es un aspecto que aumenta el precio de un piso.
Por ejemplo, se pueden instalar persianas eléctricas, termostatos inteligentes en algún electrodoméstico, una alarma inalámbrica o luces inteligentes.
La decoración es un aspecto importante para causar una buena percepción al posible comprador.
Es recomendable generar sensación de amplitud para conseguir espacios diáfanos en la vivienda.
No es conveniente saturar las estancias del piso con muebles o mucha decoración, ya se sabe que en estas cuestiones “menos es más”.
Es importante retirar los muebles viejos o rotos y sustituirlos por nuevos en caso de que el espacio quede muy vacío.
De este modo, el comprador puede ampliar visualmente los espacios y así puede visualizar sus propias pertenencias o el uso que le daría a cada espacio.
También se pueden actualizar las manillas de las puertas si están en mal estado o los interruptores y enchufes, estos pequeños detalles son baratos de solucionar y mejoran la imagen del piso.
Por supuesto, hay que reparar todos los desperfectos que tenga el piso antes de venderlo, es algo barato y fácil de hacer.
Si necesitas vender tu piso en Madrid, llámame, estaré encantado de atenderte.
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